De las huellas que podemos dejar

Por Nauj

Me quedé quieto observando una foto. La vi al pasar al lado de la mesa de centro, la miré de reojo, pero la curiosidad o algún otro tipo de energía me llevó a detenerme frente a ella. “Cómo pasa el tiempo”, me dije, “¿Qué habré estado pensando en el momento de la fotografía? Bueno, era pequeño, a lo mejor imaginaba dragones volando por el cielo”. Sonreí y la idea de saber qué hacía a esa edad me llegó a la cabeza. Difícil saberlo, sin embargo de alguna forma u otra se podría conocer cómo fuimos trazando nuestra vida para llegar a ser lo que somos hoy, sólo debemos seguir nuestras huellas.

La manera de dilucidar cómo fue mi camino, que fue el único que se me ocurrió, fue el de generar una línea de tiempo con algunos escritos guardados con polvo y cariño. Al leerlos me di cuenta de lo mucho que vamos cambiando, de los modos y formas que usamos, de las preocupaciones que teníamos y las que tenemos hoy. Para mí ha sido un proceso de crecimiento, sin embargo, se pueden notar en este ejercicio otras líneas implícitas. ¿Hemos dejado huellas en otras personas?

Quizás sea más fácil llevar a cabo una línea temporal de las personas que nos rodean o con las que hemos estado alguna vez en la vida, ya que así veríamos cómo o de qué forma fuimos actores secundarios en esa otra vida, no obstante, se hace más importante notar en nosotros mismos cómo influimos en el pasado, si de buena o mala forma, si actuamos como debíamos ser o haciendo daño. Quizás éramos inmaduros para darnos cuenta de lo absurdo que podía ser nuestro comportamiento, tal vez veamos lo importante que fue decir tal o cual palabra para cambiar un pensamiento o acción, para tornarla mejor. Podría ser que muchas personas hayan sido marcadas por nosotros sin que lo sepamos. Es difícil saberlo.

Si estamos hoy en día conscientes de lo que podemos hacer, de cómo podemos influir o de cómo podemos dejar huellas en alguien, deberíamos aplicarlo y entregar lo mejor de nosotros, las mejores sonrisas o los mejores chistes. Tal vez deberíamos pisar fuerte en la arena y marcar con buenas cosas a los demás, puede que sea gratificante al final del día. Creemos firmemente aquí en Situación Grave que todos somos transcendentales, actores principales de nuestra vida y secundarios en la de los demás, pero al fin y al cabo, todos cumplimos con un papel en la obra.

¡Qué tengan un buen día!