¿Hacia dónde viajan nuestros perros?

*Por Nauj

Día a día vemos diferentes situaciones que llaman levemente o de gran forma nuestra atención.  Algunas nos sacan sonrisas y otras nos pueden enojar, sin embargo no pasan desapercibidas y no son iguales para todos. Después de un leve debate concluimos que en Situación Grave existe un suceso en particular que por mucho tiempo, bastante ya, nos ha llamado la atención: el hecho que algunos perros callejeros, supuestamente de forma inconsciente y sólo por instinto, utilizan la locomoción colectiva a diario. ¿Hacia dónde viajan nuestros quiltros?

Basta dar una pequeña ojeada a nuestras ciudades para ver la gran cantidad de caninos abandonados, callejeros, caminando por alguna plaza, jugando con algún auto o con los cuerpos totalmente adentro de los basureros, que se desplazan por nuestras calles. No dejan de mover la cola y de estar contentos, algunos protegen sus territorios de forma feroz y otros acompañan a algunos humanos que duermen en las esquinas, personas que son medio invisibles para nuestros ojos. Los canes están en todos lados, de hecho se mueven por toda la ciudad (por lo que hemos registrado en Santiago) y, obviamente, para ello deben viajar en nuestros microbuses ¿Quién no ha visto a alguno en la pisadera, debajo de los asientos o simplemente afirmado de un fierro, tal cual lo hacemos nosotros cuando vamos derecho y ‘felices’ a nuestras labores diarias? ¿Quién no ha sonreído mientras sube uno sin pagar por la puerta de atrás? Dicen que algunos hasta llevan una BIP en sus collares. Lo tenemos que investigar.

Quizás deberíamos entrevistar a uno y consultarle, como buenos periodistas, hacia dónde diablos  va. Puede que nos digan que sólo van de paseo, que van a visitar al Rulo o al Blacky, que van a buscar a sus amos o que simplemente van directo a su trabajo.

Tal vez nunca saldremos de la duda, quizás nunca encontremos respuesta satisfactoria o puede que se realicen experimentos sin resultados aparentes. La única forma de llegar a un punto, creemos según debates internos, es darnos cuenta un poco más en lo que nos pueden enseñar estos peludos: de todos los que hemos visto, ninguno tiene miedo de tomar un microbús que los lleve a cualquier lado, ellos sólo van, se encaminan sin preocupaciones hacia cualquier destino disponible. Saben que no tienen nada que perder durante el camino, sólo lo disfrutan. Imitarlos quizás, sólo quizás, sería gratificante, aunque sólo por algún breve momento.

¡Qué tengan un buen día!